noviembre 18, 2006

Espíritu navideño

Hace un momento, mientras volvía hacia el hotel, he visto a un niño negro que no llegaría a los 14 años desviar su camino para dirigirse hacia un mendigo que, tumbado en el suelo húmedo y frio que produce la noche de Copenhague, pedía limosna con un vaso de papel. El niño se ha acercado al mendigo y ha lanzado una patada al vaso, al fallar, ha corregido su posición para asegurarse de que con la segunda patada conseguía tirar por el suelo todas las monedas.

Le he parado con el hombro en una acción instintiva, no sé que esperaba, pero quería ver su cara. Ni me ha mirado, ha seguido andando calle arriba sin ni siquera reírse con sus amigos de lo que acababa de hacer.

Pero, ¿qué coño de especie somos?

PS: Digo que es negro porque me ha parecido algo relevante cuando lo he visto, sé que no es muy políticamente correcto, pero me ha parecido un agravante que la gente que es discriminada por la ignorancia de los estúpidos aplique la misma estupidez para tratar a los demás.

1 Comments:

At 22 de noviembre de 2006, 9:31, Anonymous Anónimo said...

Somos el reflejo de nuestra propia estupidez, aunque nos disfracemos de gala para asistir a una fiesta a la que nunca seremos invitados

 

Publicar un comentario

<< Home