abril 19, 2004

Que bueno lo bello

El viernes noche estuve rodeado de belleza. Arriba, en el escenario, ella sonreía y cantaba. Abajo, en el cielo, ella sonreía y pensaba. Hubo armonía, contacto, nos tocó a todos y nosotros a ella. Mucho dehe acompañando un saludable moreno marítimo.
Imposible apartar la mirada o el oído.
Del concierto a Lavapiés a confesar las decadencias que a uno le atacan a ciertas horas de la noche. De Lavapiés a mi casa en un taxi comprensivo con el silencio que debe acompañar algunas retiradas.

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