junio 14, 2006

Uno de esos días

Con cierta tensión en el estómago intento escapar de la conversación que me acorrala. Las sonrisas no me sirven, me demandan respuestas. Lanzo una frase de compromiso en dirección opuesta a mi huida y me agarro la copa para salir de allí. Me giro sólo para ser engullido por el siguiente corrillo. Con la cara aún dentro del vaso, bajo la vista y empujo. “Debe haber algún espacio claro, escondido”. Apuro la copa y me voy a por otra. La conversación con la camarera es la única segura; trivial, pautada, sin expectativas. Me agarro a ella un poco más de lo establecido y comienzo a hacerla sentir incómoda. Me despido antes de parecer excesivamente necesitado.
Me acabo la copa a tragos cortos y empiezo a sentirme lo suficientemente borracho como para estar cómodo pase lo que pase. Mañana podré estar solo, hoy ya empiezo a diluirme en el ambiente. A partir de ahora todo irá bien.

junio 11, 2006

Sinceridad

La mayoría de las personas que piden sinceridad absoluta sólo buscan la seguridad de saber que las cosas son lo que aparentan ser. Serían incapaces de soportar lo confusa y cambiante que es la realidad cuya verdad demandan.

Dejemos los absolutos incluso en esto. Hagamos un hueco a la mentira necesaria. A la simplificación reconfortante sin la cual no sabríamos sobrevivir. Ninguno.