octubre 15, 2006

Acciones

Intuyendo como intuyo que no hay bien ni mal, ni sentido, ni dirección, sólo me queda darme un consejo; aquello que vayas a hacer, HAZLO. Refúgiate en tu acción. Sé minucioso y busca el placer de cada pequeño avance, la concentración del artesano en su obra única. No te juzgues, vive.
Parece una reflexión inocua, pero vale tanto para el asesino como para el santo. Quién esté de acuerdo conmigo deberá asumir esa paradoja.