marzo 12, 2007

Soleando

Él sabía que no debía hacerlo, era precisamente lo que trataba de evitar; tenerla todo el día metida en la cabeza sabiendo que todo estaba más que terminado.
Pero al bajar del avión y ver aquel día soleado se sintió tan pleno que le pareció estúpido no compartir sus sentimientos: "Estoy en Santiago, hace un día precioso. Me acuerdo de ti"

Fue un mensaje breve pero reconfortante. No importaba cómo reaccionaría ella, él estaba siendo honesto y estaba seguro de que eso nunca podría volverse en su contra.